miércoles, 9 de mayo de 2012

Propuesta

Cuanta más atención pongo, más entiendo que todo se mueve en círculos.

Las bandas de los '60 tuvieron que hacer ruido para ser escuchadas por encima de los defectos de la industria y no hicieron nada de dinero mientras tanto. Los '80 y los '90 llegaron y las bandas no hicieron nada y lograron millones. Y aquí, en el comienzo de un nuevo siglo, todo volvió a la línea inicial de la lucha por ser escuchado. Es fácil escuchar y robar nueva música, así que muchas bandas tienen que pensar diferentes maneras de reinventarse.

Me gusta el ciclo. Me gusta cómo los artistas originales, desde dormitorios y garages, logran escalar los peldaños del éxito; tocar en el Madison Square Garden; y pocos años después regresar a casa para tomar un café; así funciona el ciclo. Te hace poner todo lo que tienes en tu oficio para que sea lo mejor posible, y luego decide qué hacer contigo -hasta el punto de tentarte para que lo abandones todo si el resultado es menor a perfecto. Creo en el esfuerzo por la excelencia, y este quizá sea mi defecto, porque me obsesiono con cada pequeña decisión como si tuviera un revólver en la cabeza y el balance de lo importante se tuerce, ya que es fácil preocuparse por eso. Pero disfruto estar perdido en mi propio ciclo-. Recién ahora entiendo el verdadero proceso y cómo la suerte me rodeó, ya sea porque el próximo año voy a tocar en el MSG (Madison Square Garden) o porque voy a esforzarme para vender 30 entradas en el Fine Line de Minneapolis. No me preocupo porque el ciclo es hermoso. No se vuelve hermoso hasta que deja de preocuparte.

Nunca en mi vida he hecho un segundo disco, he hecho el primero muchas veces y con diferentes canciones, y esto es algo en lo que nunca te vuelves mejor, porque debes olvidar y destruir todo lo que sabes antes de dar vuelta a una página para escribir el siguiente capítulo. Aún así me siento muy emocionado por el disco que está viniendo. Solía odiar oír mi propia música porque al hacerlo quería retroceder el tiempo y hacerle un montón de cambios. Con este disco siento que al fin puedo aspirar profundo y escuchar, porque he aprendido a dejar que la música suene, que exista, ahora puedo hacerlo, ya que estoy increíblemente orgulloso de lo que estoy escuchando. Nunca hice un disco que me pudiera la piel de gallina, pero este me hace sentir algo. Debe ser porque es nuevo y diferente. Es la creencia encarnada de que un artista no puede repetirse a sí mismo y tampoco mirar atrás.

Mi nuevo disco tal vez no cambie al mundo, pero sí lo tocará.

Verano 2012
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Esto fue publicado el lunes (7 mayo 2012) en el blog oficial de Owl City.

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