No sería mentir decir que este año no ha sido nada menos que asombroso. Acabo de dar mi último show del 2012 en Seattle, después de haber dado dos vueltas al mundo en los últimos seis meses. Es difícil decir qué tan dichoso me siento de estar aquí. Y no sólo de estar aquí (después de meses de gira, me siento sumamente contento de seguir haciendo lo que hago), sino que también me siento dichoso de estar vivo. Gracias por prestarle atención a lo que hago, y a las partes de mi corazón y mi alma que se hacen tangibles a través de mi música. No puedo explicar con palabras lo agradecido que me siento por su apoyo y consideración; me siento muy afortunado de muchas maneras, que poco a poco voy notando. Aunque uno se sumerge en el mundo de la industria para retratarse como artista y para mostrar "todo acerca de uno mismo", yo hago mucho más que eso, porque gracias a Dios puedo decir que no soy un mundo, sino que pertenezco a un mundo, y está claro que NO TODO se trata de mí mismo. Se trata de mucho más de lo que soy como humano y como artista que trabaja duro y disfruta del arte en forma de música. Esto se trata de salir, de amar a la gente, e incluso de ser el reflejo de la luz (o dicho de otra manera, encarnar y representar lo que se siente de una manera fiel)... Así que este soy yo, dándoles mis sinceras gracias. Gloria a Dios, porque a Él se lo debo todo...
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Esto fue publicado por Adam Young en su blog oficial, el día de hoy (17 Diciembre 2012).
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