Hace ya diez años que mis padres me dieron una Biblia para Navidad y en el transcurro de la última década, donde sea que fui, ella fue conmigo. Sus andrajosas páginas están manoseadas, y una celosía de destaques y manuscritos cubren la mayor parte del libro. Una complicada red de descubrimientos, convicciones, confesiones, pensamientos y preguntas.
Es una Biblia devocional con partes escritas por Max Lucado antes y después de cada capítulo. Hace algunas pocas noches estaba acurrucado en mi cama, en el autobús de la gira, a punto de leer el libro de Juan 2, cuando el prólogo bien redactado de Lucado me dio un nuevo destello de perspectiva, como una vela en un cuarto oscuro.
Esto es lo que él escribió:
La búsqueda individual más difícil es la de la verdad y el amor.
Esa frase es gramaticalmente correcta. Sé que los profesores de Inglés quieren pluralizarla para leerla así: “Las búsquedas más difíciles son las de la verdad y el amor”, pero eso no es lo que quise decir.
Verdad, el amor es una búsqueda difícil. Correcto, la verdad también es dura.
Pero pongámoslas juntas, busquemos verdad y amor al mismo tiempo.
Esa es la misión del Cristiano. El amor y la verdad. La verdad y el amor. Nunca uno a expensas del otro. Nunca el abrazo del amor sin la antorcha de la verdad. Nunca el calor de la verdad sin el afecto del amor.
No sería más fácil si pudiéramos elegir entre las dos, y no podemos. Por eso Juan, en su segunda carta, llama a un híbrido.
“Amo a todos ustedes en la verdad, y a todos los que conocen el verdadero amor. Te amamos porque es verdad que vives en nosotros y estarás con nosotros siempre. Gracia, misericordia y paz desde Dios Padre y su hijo, Jesucristo. Ellos estarán con nosotros en la verdad y el amor”.
2 Juan 2-3
Verdad y amor. Amor y verdad. Nunca uno sin el otro. Deben buscarse ambas en una sola misión.
Un concepto irresistible pero que nunca he pensado profundamente hasta ahora; la idea de que la verdad y el amor necesitan caminar de la mano. Todo el mundo se esfuerza por amar, en todas las capacidades de la palabra, y naturalmente, esa es una cosa maravillosamente admirable para seguir, PERO, ¿qué tan poderoso es el amor sin VERDAD? Aplicado a mi propia vida: ¿con frecuencia me preocupo por vivir una vida pura, de amor, si cuando no vivo por el camino de Dios, Él me comanda como a un seguidor de Cristo? De todas maneras, yo soy el culpable.
Entonces, con frecuencia escucho algún cliché melodramático, como “todo lo que necesitas es amor” en respuesta a un montón de preguntas de la vida, pero a veces es fácil perder el enfoque de la verdad, que es la pieza esencial del rompecabezas para vislumbrar la enorme imagen que demanda el amor y la verdad, que deben ser vividos como Dios manda.
Pasé la noche pensando en esto y parece que todos los caminos conducen a una sola conclusión. Últimamente, mi plegaria es que Jesús continúe Su trabajo en mi corazón, cambiándome desde adentro hacia fuera; desenterrando y exterminando a todas las raíces del pecado, la duda y la inmoralidad, de modo que pueda entenderlo mejor y viva la vida como Él me dice que la viva, a través de la verdad.
Esto me entusiasma mucho.
Para Él sea la gloria, la grandeza y el poder.
“Yo te pido que nos amemos todos, unos a otros. Y el amor es vivir el camino que Dios nos manda para vivir. Y como han escuchado desde el principio, el mandato de Dios es el siguiente: Vivan una vida de amor”.
2 Juan 5-6
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Esto fue publicado el 12 de julio en el Blog Oficial de Owl City...
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