En las cientos de relaciones en las que participas en el largo recorrido de la montaña rusa de tu vida (incluyendo todos los tipos: buenas/malas, alegres/tristes, casuales/serias, amables/hostiles, cortas/largas, románticas/desgarradoras, y todas las otras), siempre hay UNA que te tortura como una vieja herida que se rehúsa a sanar. Esto domina tu mente, frecuenta tus pensamientos (tal vez porque tú lo permites, tal vez porque tú te niegas a luchar una batalla perdida cuando tus emociones están balanceándose como las puertas de una sala con bisagras oxidadas. Vives, respiras, sueñas, lo repites), pero semejante mal austero no se irá y tu corazón y determinación entrarán en un tira y afloja, cada uno tirará de un extremo de tus instintos. ¡Así que es posible que te diagnostiques una esquizofrenia! Forcejea con tus emociones sobre lo sueños de alguien que todavía reclama increíblemente por tus sentimientos pero ya no está ahí... Bueno... no es adorable.
Entonces te sientas y piensas.
¡Pero NO PUEDES pensar en cosas como esta, por lo que te distraes a ti mismo!
Y funciona.
Wow, me siento mejor por ahora.
Ahora me despido de la ruptura entre el pensamiento, la emoción y el comportamiento. Adiós a las percepciones fallidas y los sentimientos y acciones ineptas. Adiós a la abstinencia de realidad y a las relaciones personales de fantasía e ilusión. ¡Que se vayan por una abrumadora sensación de fragmentación mental!
La vida es demasiado corta para preocuparse por el pasado, y por mi parte, no tengo tiempo para la ansiedad.
Si me necesitas, estaré en mi afelpado jersey con un tazón de cereales mirando por la ventana de la cocina. Me gusta cómo suena la lluvia al caer sobre estos viejos ventanales.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
La publicación del día de ayer (12 septiembre 2011) del blog oficial de Owl City.
No hay comentarios:
Publicar un comentario